La surcoreana Parásitos, cinta dirigida por Bong Joon-ho, ha hecho historia en la 92ª edición de los Oscar al conseguir cuatro de los principales premios: mejor película, mejor dirección, mejor guion y mejor película internacional. El filme coreano no solo cosecha un éxito inédito hasta ahora en Hollywood (primera película  de habla no inglesa que consigue la estatuilla a la mejor película) sino que también tiene reflejo en la vertiente económica: mejores perspectivas para su productora... y fuerte subida en Bolsa

Así, la victoria de Parásitos es también un éxito para Barunson Entertainment & Arts, conglomerado de medios al que pertenece la productora del filme. El reconocimiento de los Oscar impulsa a las acciones de la compañía un 20% en la Bolsa de Seúl. Ya con el primero de los galadornes, el de mejor película internacional, la acción se disparó y llegó a ganar un 29%, cerca del límite máximo diario que establece la Bolsa coreana.  

Barunson, que cuenta con un valor en Bolsa de unos 142 millones de dólares, acumula en este año una revalorización del 44% y en 12 meses sube un 77%. Fundado en 1996, el grupo tiene dos principales áreas de negocio: juegos y cine.  

Los honores serán es para la productora surcoreana, también para la distribución independiente. Neon, una pequeña firma nacida hace solo tres años, adquirió los derechos para el mercado estadounidenses de la película surcoreana en el American Film Market (AFM) en 2018. Otras apuestas de Neon en años anteriores fueron incluyeron Vox Lux y I, Tonya, que le valió a Allison Janney un Oscar a la actriz de reparto en 2019.

Neon ha contribuido a convertir Parásito en un fenómeno en Estados Unidos y Canadá, una situación inédita para una película con subtítulos en inglés. Hasta el domingo, Parásito había recaudado 35,5 millones en las taquilla estadounidense y canadiense. La recaudación global asciende a 165 millones.

A pesar del menor tamaño tanto de la productora como de la distribuidora, la asiática se ha impuesto a otras grandes de Hollywood que optaban a los principales premios. Universal Pictures (Comcast) está detrás de 1917, film sobre la Primera Guerra Mundial dirigido por Sam Mendes y una de las firmes candidatas al Oscar a la mejor película; Netflix tenía esperanzas con su gran apuesta The Irishman, dirigida por Martin Scorsese con Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci en el reparto; y Sony situó a Érase una vez en Hollywood, dirigida por Quentin Tarantino, también en los primeros puestos de las quinielas.

No han ido bien las cosas para Netflix. Su película The Irishman que logró colarse entre las favoritas  se quedó sin ninguna estatuilla.  Netflix se queda así por segundo año consecutivo sin el galardón al mejor filme, después de que Roma fuera el año pasado una de las principales aspirantes. 

La plataforma de vídeo en streaming obtuvo dos estatuillas con otras películas: la de Laura Dern como mejor actriz de reparto por el drama Marriage Story,  y la cinta American Factory  fue elegida como mejor película documental.

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